¿Cuál es la prioridad de su ministerio durante esta presidencia?
Queremos impulsar la ciencia para la recuperación y el crecimiento económico, porque invertir en ciencia es invertir en economía. Queremos defender este lema, y desarrollarlo en tres ejes: el de la integración, el de la implicación y el de la inclusión. Nuestra intención es integrar la ciencia y la innovación en el corazón de las políticas europeas, y para ello tenemos que avanzar en el compromiso de los recursos. Ahora mismo, el programa marco, que tiene un presupuesto importante, significa apenas el 5% del presupuesto total que tienen los países europeos. Además, queremos abordar el problema de la movilidad de los investigadores en la UE, no sólo en el Consejo de los ministros de Ciencia, sino también en el Consejo de los ministros de Trabajo. Tengo el compromiso del ministro [Celestino] Corbacho para que su Consejo reciba a una delegación de ministros de Ciencia que pueda exponer la necesidad de mejorar la movilidad del colectivo de los investigadores. También trabajaremos en reducir la burocracia del programa marco.
¿Cuál es la gran apuesta de la Ley de la Ciencia?
Los dos mayores ejes de esta nueva ley atienden a las dos grandes reivindicaciones del sistema científico. En primer lugar, el desarrollo de una carrera estable, predecible, basada en méritos y reconocida socialmente y, en segundo lugar, un sistema de financiación de la ciencia más autónomo, más flexible y también más eficiente, es decir, mucho menos burocrático. Esperamos que esta sea una ley transformadora de nuestro sistema científico
¿Y se va a profesionalizar la carrera científica?
La propuesta de carrera de la Ley de la Ciencia acaba con las becas, que serán sustituidas por contratos. Vamos a ser uno de los países pioneros en Europa en los derechos de los jóvenes investigadores en su etapa de formación predoctoral. Yo creo que es un gran avance, y también para despertar las vocaciones científicas; ya no estamos hablando de concatenar una beca tras otra, sino de un contrato que permita al investigador que está trabajando seguir formándose, pero con la seguridad de un contrato laboral. Muchos países de Europa, como Reino Unido y Alemania, continúan con el sistema de becas. Pero esta es una apuesta decidida de España por la mejora de la carrera de los investigadores
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